jueves, 29 de septiembre de 2011

                                                                         La familia de La Cerda está acostumbrada a que la señora De La Cerda limpie, haga la comida y se encargue de todo. Pero un día, ella decide irse y al despedirse sólo les dice una cosa: "¡Son unos cerdos!" Cuando se ven en apuros y se acaba la comida, se dan cuenta de que ella... tenía toda la razón.
La imaginación fantástica del autor hace de ésta una aventura extraordinaria que recorre el universo de la casa y las emociones de sus habitantes.  Editorial Fondo de Cultura Económica.